Innovación y modernización no son sinónimos. La lógica dominante tiende a considerar los procesos de modernización como procesos de adopción y adaptación tecnológica, pero rara vez la tecnología es un fin en sí mismo por lo que estos procesos, cuando no están soportados por una reflexión estratégica consistente, comportan un bajo nivel de aprovechamiento.

El pequeño tamaño, el compromiso entre formalidad y agilidad o los problemas de gestión del tiempo suelen dificultar la elaboración de un proceso estructurado de análisis y ejecución de estrategias concretas de modernización. Si a esto unimos las mayores dificultades para abordar los procesos de innovación, nos encontramos con diagnósticos tecnológicos deficientes que lastran la implementación de la estrategia ideada.

Para solucionarlo, planteamos estrategias concretas siguiendo un proceso de análisis estructurado e integral que cubra todos los aspectos significativos de la organización en materia tecnológica: análisis de la situación de partida, definición de necesidades a satisfacer, planificación del crecimiento, formulación de directrices para la selección de la oferta más costo-efectiva, seguimiento de la ejecución de los proyectos y evaluación de los mismos.

Lo anterior requiere combinar un conocimiento intensivo en infraestructura, servicios y aplicaciones con los aspectos organizacionales y financieros de interés, a fin de definir unas prescripciones técnicas óptimamente adaptadas a las necesidades de la organización, actuando con independencia y no como maniobra para la venta de productos.  Es por ello que las prescripciones pueden presentarse como propuesta de alternativas y proyectos que respondan a las necesidades identificadas, reflejando su relación costo/beneficio, las consideraciones  relevantes para su implementación y los riesgos asociados a cada alternativa.

La eficacia real de la innovación vendrá, en su caso, de evaluar la aplicación de ese conocimiento intensivo a las necesidades concretas identificadas frente a la alternativa de no actuar o hacerlo por mero mimetismo.